¿Por qué los gatos odian tanto el agua?
Los gatos no necesariamente odian el agua, pero muchos muestran aversión debido a factores evolutivos, fisiológicos y de comportamiento. En la naturaleza, los antepasados de los gatos domésticos, como el gato salvaje africano, vivían en entornos áridos donde el contacto con el agua era raro. Esto llevó a una adaptación en la que no necesitaban interactuar con cuerpos de agua, a diferencia de otros animales. Su pelaje, diseñado para mantenerse limpio y seco, se empapa fácilmente, lo que les causa incomodidad, ya que el agua pesa y dificulta su agilidad, un rasgo crucial para su supervivencia. Además, los gatos son animales de control y previsibilidad. El agua, especialmente en baños o situaciones inesperadas, puede ser una experiencia estresante por la falta de control y las sensaciones desconocidas. La temperatura del agua también influye; si es demasiado fría o caliente, aumenta su rechazo. Sin embargo, no todos los gatos odian el agua: razas como el Maine Coon o el Bengal...