¿Por qué es bueno para la salud cardiovascular aumentar la frecuencia cardíaca mediante ejercicio, pero es perjudicial aumentarla mediante estimulantes?

 Ambas cosas aumentan tu frecuencia cardíaca, pero lo hacen de formas muy diferentes.

Cuando haces cardio, tus músculos necesitan más oxígeno, por lo que tu cerebro le indica a tu corazón que acelere la circulación de la sangre. Tus vasos sanguíneos se expanden para favorecer el aumento del flujo sanguíneo, así que, aunque tu frecuencia cardíaca sea alta, tu presión arterial se controla correctamente. Además, si corres, la actividad ayudará a impulsar la sangre de regreso al corazón. En el peor de los casos, si empiezas a sentirte mal, puedes dejar de correr o bajar el ritmo; tus músculos necesitarán menos oxígeno y tu frecuencia cardíaca se ralentizará, creando un circuito de retroalimentación que te da el control.

Por otro lado, los estimulantes aumentan la actividad del sistema nervioso simpático (el sistema de "lucha o huida") y aumentan la cantidad de la hormona del estrés (adrenalina/noradrenalina) en el cuerpo (ya sea promoviendo su producción o impidiendo su recaptación). Esto hace que el cuerpo piense que está en una situación de alto estrés, y la mayor presencia de estas hormonas acelera los latidos del corazón. Sin embargo, los músculos no consumen más oxígeno, por lo que no indican a las arterias que se expandan para acomodar el mayor flujo sanguíneo. De hecho, la presencia de adrenalina puede provocar una mayor constricción de los vasos sanguíneos. 

Además, al no correr ni mover las piernas, el corazón tiene que esforzarse aún más para que la sangre circule, ya que los músculos de las piernas no ayudan a impulsarla de nuevo. Por lo tanto, ahora el corazón late con fuerza, los vasos sanguíneos no están preparados para acomodar el aumento de flujo, lo que provoca un aumento de la presión arterial y, además, no hay una manera fácil de reducir la frecuencia cardíaca (al menos, no tan fácil como "simplemente dejar de correr").