¿Por qué cerramos los ojos cuando estornudamos?

 

Cerramos los ojos cuando estornudamos porque es un reflejo automático del cuerpo, como un instinto que no controlamos. Cuando el cerebro detecta algo irritante en la nariz, como polvo o un virus, manda una señal para expulsarlo con fuerza a través del estornudo, y al mismo tiempo activa otros músculos, incluidos los de los párpados, que se cierran sin que lo pensemos. Esto podría ser una forma de proteger los ojos de las partículas que salen volando o del aire que se mueve rápido, aunque no todos lo hacen siempre y se puede evitar con práctica. En resumen, es una reacción natural que pasa sin darnos cuenta para mantenernos a salvo.

Muchos animales también lo hacen, como perros, gatos, caballos, conejos y hasta algunos pájaros. En ellos pasa por lo mismo que en nosotros: es una reacción del cuerpo para sacar algo que irrita la nariz, como polvo, polen o mucosidad. Incluso animales salvajes como leones o elefantes pueden estornudar si algo les molesta las vías respiratorias. La diferencia es que no todos cierran los ojos o hacen el mismo sonido que nosotros, pero el mecanismo es parecido en los que tienen pulmones y nariz. Así que no, estornudar es algo que compartimos con un montón de criaturas.

Aunque es muy raro, podrías romperte una costilla si evitas un estornudo con mucha fuerza. Cuando estornudas, el aire sale a gran velocidad y presión desde tus pulmones, y si lo reprimes tapándote la nariz o la boca, esa presión no tiene a dónde ir y se queda atrapada en el pecho. 

En casos extremos, si tus costillas ya están débiles por algo como osteoporosis o una lesión previa, esa fuerza interna podría quebrarlas. Ha pasado en personas que intentaron contener estornudos muy fuertes, pero no es común porque el cuerpo suele soportar bien esa presión. Así que sí es posible, pero tendrías que estar en una situación muy específica para que ocurra.