El mito de que Napoleón Bonaparte era chaparro

 El mito de que Napoleón Bonaparte era chaparro (bajito) es una de esas historias que se torcieron con el tiempo, y todo empezó por una mezcla de malentendidos, propaganda y diferencias de medidas. Napoleón, el famoso emperador francés que conquistó media Europa, en realidad no era tan pequeño como la gente cree. Vamos a desarmar este cuento paso a paso.

Primero, hay que saber cuánto medía realmente. Según los registros de su autopsia en 1821, Napoleón medía 5 pies y 2 pulgadas en medidas francesas de la época. Pero aquí viene el lío: en Francia, un "pie" (pied du roi) era más largo que el pie inglés. Esos 5 pies y 2 pulgadas franceses equivalen a unos 5 pies y 7 pulgadas en medidas inglesas, o sea, cerca de 1.70 metros. Para su tiempo (finales del siglo XVIII y principios del XIX), eso era una estatura promedio, incluso un poco más alta que muchos hombres comunes.

Entonces, ¿de dónde salió el mito? Gran parte viene de la propaganda inglesa. Durante las guerras napoleónicas, los británicos lo ridiculizaban en caricaturas, dibujándolo como un hombrecillo rabioso y pequeño junto a líderes más altos. Esto pegó en la imaginación popular. Además, Napoleón solía rodearse de su guardia imperial, tipos altísimos seleccionados a propósito, lo que lo hacía parecer más bajo en comparación.

Otro detalle es que, tras su muerte, algunos confundieron las medidas francesas con las inglesas, y 5 pies y 2 pulgadas en inglés (1.57 metros) sí suena bajito. Esa cifra se repitió sin corregir el contexto. Con los años, entre chistes, dibujos y errores, el mito creció.

Napoleón no era chaparro; medía lo normal para su época. El cuento nació de burlas enemigas y un mal cálculo que se quedó en la historia.